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La vorágine de otras vidas

Actualizado: 6 oct 2018



Hace un mes me pusieron mi segunda y última infusión de Alemtuzumab, el tratamiento que inicié hace un año. La aplicación que duró tres días transcurrió en una sala fría y pequeña acompañada de pacientes oncológicos, mi medicación es también una quimioterapia, pero sin los duros efectos secundarios de la usada en los pacientes con cáncer.


Éramos entre ocho y diez personas en la sala, unos jóvenes, otros mayores, hombres y mujeres, todos cobijados bajo la misma incertidumbre, el tiempo de infusión de cada uno era diferente, el mío de aproximadamente siete horas, sin visitas y tan solo con un pequeño televisor al final de la sala, la mejor opción era conocer al vecino o vecina, más por ocio que por interés, sin embargo, esto terminó siendo toda una experiencia edificante para la bitácora de mi vida.


Conocí personas increíbles, oí la vorágine de sus vidas, la confusión y el caos que generó enterarse de su diagnóstico, la angustia lacerante por la incertidumbre del mañana, la misma que se encuentra en una esquina escondida de mi corazón. Nuestras historias aunque diferentes, ellos con cáncer y yo con esclerosis, se entrelazan en la adversidad de una enfermedad. Tanto ellos como yo aprendimos en medio de la tormenta a curamos las heridas y los raspones que la vida nos ha causado y a seguir adelante como única opción.


Con complicados pronósticos de sus enfermedades y caminos de piedra difíciles de transitar, sus miradas aún conservan esperanza, esa que se transforma en fuerza y mucha valentía.


Suena titánico vivir feliz con una enfermedad de alta complejidad, en mi caso la hazaña no es mía, es del de arriba, del que todo lo ve y todo lo puede. Creer, sin entrar en convicciones teológicas, es el motor y la fuerza. Yo aprendí a mirar mucho más al cielo, logré, gracias a mi fe, vendarle los ojos a la pregunta que protagonizó muchas de mis noches y le dio paso al insomnio, esa que me hizo diseccionar sobre toda mi vida ¿Por qué a mí? Le aposté entonces al propósito y no a la causa. Ahora prefiero contar estrellas al dormir y no buscar culpas ni culpables, eso me reconcilió con la vida y conmigo misma.


#EsperanzasMultiples #EsclerosisMultiple

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